Hechos sobre: Potto, Bosman's Potto
El potto, un encantador primate con un conjunto único de características, pertenece a la familia Lorisidae y es el único miembro del género Perodicticus. Conocido también como el potto de Bosman, fue descrito por primera vez por Willem Bosman en 1704. En algunas regiones de África donde se habla inglés, se le llama cariñosamente "softly-softly". El nombre "potto" probablemente proviene de la palabra wolof "pata", que significa mono sin cola.
Existen cuatro subespecies oficialmente reconocidas de pottos, aunque las diferencias significativas entre los individuos sugieren que podría haber más especies aún no identificadas. Curiosamente, el potto se asemeja y actúa de manera similar a animales de América Central y del Sur, como el kinkajú y los olingos. Aunque anteriormente se pensaba que estos animales estaban relacionados, ahora sabemos que en realidad pertenecen a la familia de los mapaches.
Los pottos son fácilmente reconocibles por su pelaje denso y lanudo, sus diminutos dedos índices vestigiales y sus pulgares oponibles. Otros rasgos distintivos incluyen su peine dental y una garra especial conocida como la garra de aseo. Tanto los pottos machos como las hembras tienen glándulas odoríferas que utilizan para marcar su territorio y fortalecer sus lazos con sus parejas. Estas criaturas nocturnas y arborícolas hacen sus hogares en las copas de los árboles en las selvas tropicales de África.
En cuanto a su comportamiento, los pottos se mueven de manera lenta y deliberada. Su dieta consiste principalmente en frutas, gomas de árboles e insectos, aunque se sabe que ocasionalmente consumen murciélagos o aves. Los pottos tienen hábitos territoriales fascinantes, como el acicalamiento mutuo y rituales de apareamiento únicos. Las hembras de potto generalmente dan a luz a una o dos crías, a las que cuidan hasta que los pequeños son lo suficientemente maduros para valerse por sí mismos.
Los pottos tienen pocos depredadores naturales debido a su vida en lo alto de los árboles. Sin embargo, las actividades humanas, como la caza para obtener carne de animales silvestres, representan una amenaza significativa para su supervivencia. Cuando están en peligro, los pottos disponen de algunos métodos de defensa: se esconden, utilizan sus cuellos para dar golpes poderosos y pueden morder con fuerza.