St Kilda Public Library, Melbourne

La historia de la Biblioteca de St Kilda se remonta a 1860, cuando el Consejo de St Kilda recibió una petición de la comunidad para financiar una biblioteca pública gratuita que se construiría coincidiendo con un edificio para el Instituto de Mecánica. Este plan no llegó a materializarse y, en su lugar, en 1863 se instaló una colección de libros en el antiguo Ayuntamiento situado en la confluencia de las calles Barkly y Acland de St Kilda y, posteriormente, en 1910, en el actual Ayuntamiento de Carlisle Street. La biblioteca no sobrevivió y se vio obligada a cerrar en un año.

En los años 30, los comunistas locales abogaron por una Biblioteca Municipal -así como por la Ayuda a Domicilio-, pero el Ayuntamiento era muy anticomunista en aquella época y, debido a su percepción del grupo que abogaba por la biblioteca, además del gasto, rechazaron la idea de una biblioteca.

La Junta de la Biblioteca Libre propuso la creación de una biblioteca en 1947, pero de nuevo fue desestimada.

En abril de 1953 se formó el Comité de Promoción de la Biblioteca de St. Kilda, con R.S. Veale como presidente y la Sra. Elizabeth Hogg, una maestra que vivía en Carlisle Street, como secretaria. Sin embargo, el Consejo volvió a rechazar los argumentos a favor de una biblioteca, y el secretario municipal incluso reiteró las razones en contra en el folleto del centenario: "su funcionamiento costaría miles de libras al año y, en general, proporcionaría sobre todo libros de ficción y entraría así en competencia activa con un gran número de negocios de bibliotecas de préstamo establecidos en St Kilda". El Consejo incluso introdujo más tarde nuevos argumentos contra los deseos de la comunidad de tener una biblioteca, afirmando que una biblioteca fomentaría la lectura de ficción, lo que a su vez fomentaría la delincuencia juvenil.

Los padres del jardín de infancia de la calle Nelson se reunieron y formaron el Comité de Creación de Bibliotecas de St Kilda, con el piloto de la TAA Ivan Scown como presidente, la ex bibliotecaria Jenny Love como secretaria y Angela Pedicini como tesorera. El Comité convenció al Consejo para que solicitara a la Junta de Servicios de Bibliotecas Libres que realizara un estudio sobre las bibliotecas de St Kilda. El informe, presentado en 1961, recomendaba la creación de una biblioteca pero, al igual que en el pasado, el Consejo de St Kilda se negó.

La oposición del Consejo a la biblioteca se rompió cuando Ivan Trayling fue elegido concejal en 1967. Trayling había hecho una campaña muy ruidosa sobre la necesidad de una biblioteca y, tras ganar las elecciones, el Consejo se dio cuenta de la cantidad de descontento de la comunidad sobre su postura contra la biblioteca y decidió seguir adelante con su creación.

El Consejo reservó 50.000 dólares en 1967 y pidió a Barrett Reid, director de la División de Servicios Bibliotecarios del Consejo de Bibliotecas de Victoria, que revisara la encuesta de 1961.

A mediados de 1969 se formó un subcomité de la biblioteca, que fue el primer comité del consejo de St Kilda que incluyó a representantes de la comunidad como miembros asesores. Ivan Trayling lo dirigía como presidente, y los demás miembros del comité eran Cr. Hall-Kenny, Cr. Manning, Cr. Clark, Jenny Love, el reverendo F.I. McCarthy, Bernard Rechter y el secretario municipal adjunto Bill Sisson.

Enrico Taglietti fue nombrado arquitecto y en diciembre de 1971 aceptó una oferta en nombre del Consejo de la empresa M. Notkin Construction Company de Caulfield South, por la cantidad de 417.000 dólares para construir la biblioteca en el 150 de Carlisle Street.

La primera piedra de la biblioteca fue colocada en agosto de 1972 por el ahora alcalde Ivan Trayling y el 14 de mayo de 1973 Sir Rohan Delacombe, Gobernador de Victoria, inauguró oficialmente la biblioteca, en lo que desde entonces se ha convertido en un hito local. El 15 de mayo de 1973 se invitó al comandante R.S. Veale, presidente original del Comité de Promoción de la Biblioteca, a tomar prestado el primer libro y eligió una biografía de Wilfrid Kent-Hughes.

Entre 1992 y 1994, el estudio de arquitectura de Melbourne Ashton Raggatt McDougall añadió una extensión que proporcionó una nueva ala de entrada, además de tratar de redefinir la plaza pública y la fachada de la biblioteca que da a la calle Carlisle.