Pabellón de la Secesión, Viena

La Casa de la Secesión, un ícono del modernismo vienés y cuna del arte contemporáneo de Austria, se erige como un testimonio de la rebelión artística de finales del siglo XIX. Este edificio, ubicado en el corazón de Viena, fue construido en 1897 como sede de la Secesión vienesa, un grupo de artistas que rechazó las normas académicas restrictivas de la época en busca de la libertad creativa.

Diseñada por Joseph Maria Olbrich, la Casa de la Secesión es fácilmente reconocible por su distintiva cúpula dorada, apodada "el repollo de oro", que corona una estructura de líneas puras y geometría simplificada. El edificio no solo es un monumento al movimiento secesionista, sino que también sigue funcionando como una galería de arte, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de sumergirse en exposiciones temporales de arte contemporáneo.

Uno de los principales atractivos de la Secesión es el "Friso de Beethoven" de Gustav Klimt, una obra de arte monumental creada en 1902, que rinde homenaje al famoso compositor y que se puede visitar en una sala especialmente diseñada para su exposición permanente.