Catedral de San Esteban de Viena, Viena

La Catedral de San Esteban, conocida en alemán como Stephansdom, es una emblemática iglesia situada en el corazón de Viena, Austria. Con su imponente torre puntiaguda y su rica historia, es uno de los monumentos más significativos y reconocibles de la capital austriaca.

Este magnífico templo, consagrado en honor a San Esteban, patrón de Viena, es un testimonio de la arquitectura gótica y ha sido durante siglos el centro espiritual de la ciudad. La catedral se destaca por su tejado colorido, decorado con azulejos que forman el águila bicéfala del escudo imperial, y por la torre sur, que con sus 136 metros de altura, ofrece una vista panorámica de Viena.

La construcción de la catedral comenzó en el siglo XII, y a lo largo de los siglos, ha sufrido numerosas ampliaciones y reconstrucciones, especialmente después de haber sido dañada en la Segunda Guerra Mundial. En su interior, los visitantes pueden admirar numerosas capillas, altares y obras de arte, incluyendo la famosa pila bautismal donde fue bautizado el compositor Wolfgang Amadeus Mozart.

La Catedral de San Esteban también es conocida por su impresionante órgano y por ser el lugar donde se realizan conciertos de música sacra y clásica, lo que la convierte no solo en un lugar de oración, sino también en un centro cultural de gran importancia.

Abierta todos los días del año, la catedral atrae a millones de visitantes, tanto por su significado religioso como por su valor arquitectónico y artístico. Además de las visitas al interior del edificio, los turistas pueden subir a las torres para disfrutar de la vista de la ciudad o descender a la cripta donde descansan los restos de miembros de la antigua nobleza austriaca.