Hohenwang Castle

Hohenwang es un castillo en ruinas en el municipio de Langenwang, Estiria, Austria. Se encuentra en una colina a una altura de 650 metros sobre el nivel del mar.

El castillo, cuyo núcleo data del siglo XII, es el símbolo de Langenwang y, por su excepcional longitud, uno de los mayores castillos de Estiria.

Consta de una fortaleza y dos obras exteriores, separadas por trincheras. El declive masivo del castillo comenzó a finales del siglo XVIII, después de que un terremoto lo dañara gravemente. Durante la Segunda Guerra Mundial, los bombardeos destruyeron más partes de las ruinas.

De la fortaleza se conservan en su perímetro el muro del escudo del castillo alto y la puerta principal. Las murallas fueron aseguradas y renovadas en su mayor parte en los últimos 40 años por los miembros de la Asociación del castillo de Hohenwang.

Hohenwang sirvió como centro administrativo local, como protección de la población en tiempos de crisis y ayudó a la difusión del cristianismo en el alto Muerztal. A partir del siglo XIII, un sacerdote residía en el castillo.

A pesar de la importancia regional, sus propietarios sólo podían ejercer las competencias de los tribunales inferiores. Los delincuentes culpables de delitos graves debían ser trasladados al tribunal de distrito de Kapfenberg.

Se trata de un complejo alargado con una fortaleza, un castillo frontal más profundo con casetas y un muro de cortina. Está orientado de suroeste a noreste y se extiende en una longitud total de 90 metros. No se dispone de un torreón. Desde el siglo XIII hasta el XVII, se amplió el núcleo románico hacia el este hasta las Palas, una galería, una perrera, un baluarte y una casa de la puerta representativa. Existe una descripción más detallada del interior del castillo en una crónica del siglo XV; se mencionan una capilla, una habitación para la servidumbre, un gran salón, cuatro bodegas, un baño, una cocina y un establo para doce caballos. Las tres puertas bien protegidas, dos de ellas con una puerta corrediza, la unión con el foso y, por último, los acantilados muy empinados al sur, al oeste y al norte hacían que el asalto a la fortaleza fuera una tarea difícil. Además del grabado de Georg Matthäus Vischer, el castillo también aparece en una imagen de proclamación que le fue entregada a Ulrich Christoph von Scherffenberg en 1631.