Museo del Führer, Linz

El Führermuseum, un proyecto nunca realizado de museo de arte en Linz, Austria, fue una de las ambiciones culturales más controvertidas de Adolf Hitler. La idea detrás de este museo era crear un centro de arte que superara a todos los demás en el mundo, con una colección que incluiría las obras maestras más importantes de la historia del arte europeo.

El plan para el Führermuseum surgió durante el período del Tercer Reich, cuando Hitler, quien se consideraba a sí mismo un artista y un mecenas de las artes, soñaba con transformar su ciudad natal de Linz en un centro cultural que rivalizara con Viena. El diseño del museo fue encargado al arquitecto Roderich Fick, y la ubicación prevista era en el corazón de Linz.

La construcción del museo nunca comenzó, y el proyecto quedó en papel debido a la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, durante la guerra, los nazis saquearon innumerables obras de arte de toda Europa con la intención de que formaran parte de la colección del Führermuseum. Muchas de estas obras fueron recuperadas por los Aliados al final de la guerra y devueltas a sus legítimos propietarios o países de origen en un proceso que continúa hasta el día de hoy.

Aunque el Führermuseum nunca llegó a concretarse, la historia de sus orígenes y el destino de las obras de arte relacionadas con él siguen siendo un tema de gran interés histórico y cultural. La ciudad de Linz, mientras tanto, ha seguido desarrollando su escena artística y cultural, con instituciones como el Lentos Kunstmuseum Linz y el Ars Electronica Center, que atraen a visitantes de todo el mundo.