Bahrain Tamarod, Isla de Baréin

El Tamarod de Bahréin, también conocido como Rebelión del 14 de agosto, fue una campaña de protesta de tres días en Bahréin que comenzó el 14 de agosto de 2013, el cuadragésimo segundo aniversario del Día de la Independencia de Bahréin y el aniversario de dos años y medio del levantamiento bahreiní. La convocatoria de protestas había comenzado a principios de julio siguiendo e inspirándose en el Movimiento Tamarod egipcio que llevó a la destitución del presidente Mohamed Morsi. Los activistas de Tamarod, que se movilizaron a través de las redes sociales, pidieron un "Bahréin libre y democrático" y afirmaron que su movimiento era pacífico, nacional y no sectario. Llamaron a la desobediencia civil pacífica gradual a partir del 14 de agosto. El movimiento obtuvo el apoyo de las sociedades de la oposición y de los activistas de derechos humanos, incluidos los que languidecen en prisión. Sin embargo, el gobierno advirtió repetidamente contra las protestas, prometiendo a quienes participaran acciones legales y enfrentamientos contundentes. Activistas de derechos y medios de comunicación informaron de que las autoridades habían intensificado sus campañas de represión en las semanas previas a las protestas.

A finales de julio, el rey convocó una sesión parlamentaria extraordinaria. El parlamento progubernamental presentó 22 recomendaciones, algunas de las cuales pedían despojar de la nacionalidad a los condenados por "delitos terroristas" y prohibir casi todas las protestas en la capital, Manama. A pesar de las protestas de Naciones Unidas, Amnistía Internacional y Human Rights Watch, el rey hizo suyas las recomendaciones y emitió dos decretos al respecto. El primer ministro pidió a sus ministros que aplicaran las recomendaciones inmediatamente y lanzó varias advertencias contra las protestas. En los días siguientes, el gobierno detuvo a tres fotógrafos, dos blogueros, un abogado y un político, e impidió que activistas de derechos humanos y periodistas entraran en el país, deportó a un profesor estadounidense y, al parecer, cercó zonas enteras con alambre de espino. El gobierno negó que las detenciones tuvieran como objetivo a los activistas. Pocos días antes del 14 de agosto, los activistas dijeron que habían reunido decenas de miles de firmas en apoyo de las esperadas protestas.

La jornada del 14 de agosto fue testigo de un fuerte despliegue de las fuerzas de seguridad, que utilizaron gases lacrimógenos y perdigones contra los cientos o miles de manifestantes que se reunieron en varios puntos del país. Muchos comercios cerraron en respuesta a la convocatoria de huelga general de Tamarod. Los activistas de la oposición y los medios de comunicación informaron de más de 60 manifestaciones en todo el país. La oposición y varios ciudadanos acusaron a las autoridades de cortar las conexiones a Internet. El gobierno bloqueó un sitio web que cubría las protestas, pero activistas y ciudadanos periodistas ofrecieron cobertura en directo en los sitios web de las redes sociales, y Anonymous atacó un sitio web del gobierno. Al menos veinte manifestantes fueron detenidos y diez resultaron heridos, dos de ellos de gravedad, según los activistas. El endurecimiento de las medidas de seguridad ha conseguido evitar que se produzcan protestas a gran escala en Manama. Los días 15 y 16 de agosto se produjeron protestas de menor envergadura en varias localidades que la policía dispersó sin que hubiera heridos.

La sociedad opositora Tamarod y Al Wefaq elogió las protestas y dijo que habían sido un éxito. Sin embargo, el gobierno de Bahréin afirmó que las protestas no afectaron a la vida cotidiana. Estados Unidos dijo que apoyaba la libertad de expresión y de reunión, y expresó su preocupación por las posibilidades de violencia. Los analistas se dividieron entre los que esperaban que las protestas fueran multitudinarias y los que no les veían ninguna posibilidad. También estaban divididos sobre las razones de la ausencia de protestas masivas en Manama, algunos culpando a las fuerzas de seguridad, otros a los organizadores de las protestas.