Cemitério Dom Bosco, Franco da Rocha

El Cementerio de Perus, actualmente rebautizado como Colina de los Mártires, es una necrópolis situada en la zona norte de la ciudad de São Paulo, en el límite de la subprefectura del mismo nombre, cerca del límite con la ciudad de Caieiras. Fue inaugurado en 1971, por el entonces alcalde Paulo Maluf, con el objetivo de satisfacer las antiguas demandas de los habitantes de esa parte del municipio de São Paulo de tener un cementerio no tan lejano. El cementerio ocupa una superficie de aproximadamente 254.000 metros cuadrados.

Durante el período de la dictadura militar, el cementerio fue utilizado para el entierro clandestino de los miembros de las organizaciones armadas que lucharon contra la dictadura militar y fueron asesinados en la dependencia de los órganos represivos, como el DOI-CODI.Muchas de las personas asesinadas por los escuadrones de la muerte de la entonces recién organizada Policía Militar también fueron enterradas clandestinamente en el Cementerio de Perus. En 1969, el alcalde paulista Paulo Maluf y el director del Instituto Médico Legal de la Capital, Harry Shibata, llegaron a evaluar la posibilidad de construir un horno crematorio en el cementerio. Funcionarios del Servicio Funerario Municipal viajaron a otros países para analizar las propuestas y llegaron a contactar con una empresa británica especializada para la construcción de dos hornos crematorios para el cementerio. Sin embargo, la empresa no aceptó el negocio porque, consciente del momento de represión violenta promovida por el Estado, consideró sospechoso el hecho de que el proyecto de los hornos no previera una capilla ni ningún lugar para velar públicamente los cuerpos que iban a ser incinerados.Un crematorio sería construido en 1975 en el cementerio de Vila Alpina.

El cementerio es conocido por enterrar a personas de origen humilde, por su ubicación y precio, fue construido para enterrar cuerpos de personas indigentes y no identificadas, actualmente se entierran una media de 12 personas al día y cuenta con cuarenta y cinco mil tumbas y más de ciento cincuenta mil entierros en toda su extensión. También dispone de espacio para velatorios con seis salas bien cuidadas y un amplio aparcamiento, realiza una media de ocho velatorios al día y cuenta con una Capilla Ecuménica

Se hizo conocido por albergar más de 1.000 entierros clandestinos de desaparecidos políticos de la década de 1970. Fueron enterrados en dos fosas clandestinas. En aquella época la dictadura militar gobernaba el país y oprimía a los opositores políticos y a los pensadores contrarios a sus ideales.

En el lugar, en 1993, la entonces alcaldesa Luiza Erundina inauguró un monumento en honor a estas víctimas. Placa conmemorativa concebida por la alcaldesa Luiza Erundina y la Comisión de Familiares de Presos Políticos Desaparecidos, en honor a los presos políticos enterrados en el Cementerio de Perus.