Cerro del Corcovado, Río de Janeiro

El Corcovado, una imponente montaña que se eleva en el corazón de Rio de Janeiro, Brasil, no solo es una maravilla natural, sino también el pedestal de una de las estatuas más icónicas del mundo: el Cristo Redentor. Con sus 710 metros de altura, este macizo granítico ofrece una de las vistas más espectaculares de la ciudad, abarcando desde las playas de Copacabana e Ipanema hasta la laguna Rodrigo de Freitas y más allá.

El Cristo Redentor, que corona la cima del Corcovado, es una estatua de Jesucristo con los brazos abiertos, símbolo de paz y hospitalidad que caracteriza al pueblo brasileño. Construida entre 1922 y 1931, esta escultura de 30 metros de altura, obra del escultor francés Paul Landowski, se ha convertido en un emblema de Rio y una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo.

Para llegar al Corcovado y su estatua, los visitantes pueden tomar un pintoresco trayecto en tren a través del Parque Nacional de la Tijuca, la mayor selva urbana del mundo. Alternativamente, es posible acceder por carretera o a través de senderos para los más aventureros. Una vez en la cumbre, se dispone de ascensores y escaleras que facilitan la llegada al mirador, donde la vista de 360 grados sobre la ciudad justifica con creces el viaje.

El Corcovado no es solo un atractivo turístico, sino también un lugar de encuentro para los habitantes de Rio, que acuden aquí para reflexionar y admirar la belleza de su ciudad. Con su combinación de significado cultural, espiritual y la impresionante naturaleza que lo rodea, el Corcovado sigue siendo un lugar de peregrinación tanto para creyentes como para amantes de la naturaleza y viajeros en busca de la fotografía perfecta.