Hechos sobre: Chlorocebus aethiops
El grivet, también conocido como mono verde africano o mono de sabana, es un fascinante primate del Viejo Mundo perteneciente al género Chlorocebus. Estos monos se encuentran en Etiopía, Sudán, Yibuti y Eritrea. Se distinguen por su apariencia llamativa: largos mechones de pelo blanco en sus rostros, piel facial negra, manos y pies oscuros, y una notable línea blanca sobre sus ojos. Sus mejillas poseen largos bigotes blancos, sus espaldas son de color oliva y sus frentes son blancas.
En cuanto al tamaño, los machos grivet suelen tener una longitud de cabeza y cuerpo de aproximadamente 49 cm, mientras que las hembras son un poco más pequeñas. Las colas de los machos pueden medir entre 30 y 50 cm, y su peso corporal varía entre 3.4 y 8.0 kg. Estos monos son bastante adaptables y generalmente habitan en bosques de sabana, especialmente cerca de fuentes de agua, que son cruciales durante la estación seca.
Los grivets son más activos por la mañana y al anochecer. Pasan gran parte del día en el suelo buscando alimento y se retiran a los árboles para dormir por la noche. Sus actividades diarias incluyen acicalarse, jugar, trepar y luchar de manera juguetona, comportamientos esenciales para su supervivencia. Su dieta es bastante variada, consistiendo en frutas, vegetales, pequeños mamíferos, insectos y aves. También buscan comida humana y necesitan beber agua todos los días.
En cuanto a la reproducción, las hembras grivet suelen tener un número limitado de parejas, mientras que los machos tienen múltiples parejas. El período de gestación es de alrededor de cinco a seis meses, y las hembras usualmente dan a luz a una cría a la vez. Los recién nacidos permanecen cerca de sus madres y son destetados después de unos seis meses.
Los grivets enfrentan varias amenazas, incluyendo la caza para consumo de carne silvestre, la destrucción de su hábitat y depredadores como grandes serpientes, leopardos y humanos. Aunque actualmente no están en peligro de extinción, los esfuerzos de conservación son cruciales para garantizar que sus poblaciones se mantengan estables. Históricamente, los grivets han sido representados en el arte del antiguo Egipto y en ocasiones se mantenían como mascotas.