Centennial Flame, Ottawa

La Llama del Centenario, un símbolo conmovedor de la unidad canadiense, se erige con gracia frente al Parlamento de Canadá en la vibrante ciudad de Ottawa. Inaugurada el 1 de enero de 1967, esta llama eterna fue encendida para conmemorar el centenario de la Confederación canadiense, marcando cien años desde que el país nació de la unión de las primeras provincias.

El monumento no solo es un recordatorio del pasado, sino que también simboliza la esperanza en la continuidad y la fortaleza de la nación. Rodeada por un escudo de armas de las diez provincias y dos territorios que existían en 1967, la Llama del Centenario es un punto de encuentro para turistas y ciudadanos por igual, que se sienten atraídos por su cálido resplandor y su significado profundo.

Aunque es un memorial, la Llama del Centenario también se ha convertido en una atracción distintiva de Ottawa. Los visitantes suelen encontrarla mientras exploran la colina del Parlamento, ofreciendo un lugar de reflexión y respeto, así como una oportunidad para apreciar un pedazo de la historia canadiense.

La Llama del Centenario es accesible al público durante todo el año y no tiene costo alguno para ser admirada. Su presencia constante, día y noche, sirve como un recordatorio de la herencia y los valores compartidos que continúan moldeando Canadá. En las frías noches de invierno, su brillo proporciona un sentido de calidez y comunidad, mientras que en los días soleados de verano, se convierte en un telón de fondo para las fotografías de los visitantes y los eventos cívicos.