Ciudad Prohibida, Pekín

La Ciudad Prohibida, corazón palpitante de Pekín y uno de los museos más emblemáticos de China, es un testimonio imponente de la grandiosidad imperial. Este complejo de palacios fue la residencia de emperadores y su corte durante casi 500 años, desde la dinastía Ming hasta el final de la Qing. Con más de 900 edificios y 8,700 habitaciones, la magnitud de este sitio es simplemente asombrosa, reflejando la jerarquía y el poder de quienes gobernaron el Celeste Imperio.

Diseñada con una precisión geométrica que simboliza la cosmovisión china, la Ciudad Prohibida es un laberinto de patios, salones y jardines, cada uno con su propia historia y significado. Los nombres de los salones, como el Salón de la Armonía Suprema o el Palacio de la Pureza Celestial, reflejan la búsqueda de la perfección y el orden.

Convertida en museo en 1925, la Ciudad Prohibida no solo cautiva por su arquitectura, sino también por las invaluables obras de arte y artefactos que alberga, ofreciendo una ventana incomparable al pasado glorioso de China.

La entrada al complejo se hace a través de la Puerta de Tiananmen, un ícono cultural por derecho propio, y desde allí, los visitantes pueden recorrer las diferentes áreas, cada una marcando un aumento en la exclusividad y sacralidad. La Ciudad Prohibida es un patrimonio mundial de la UNESCO y un punto de referencia obligatorio para cualquier visitante interesado en la historia y la cultura china.