Gornja Rijeka concentration camp, Križevci

Durante la Segunda Guerra Mundial en Yugoslavia, cuando el pueblo de Gornja Rijeka, Croacia, formaba parte del Estado Independiente de Croacia, fue el sitio de un campo de concentración.

Entre noviembre de 1941 y la primavera de 1942 fueron internadas allí varias mujeres, algunas de ellas con niños; se calcula que la población del campo era de entre 200 y 400 personas en un momento dado. En febrero de 1942, el grupo de Diana Budisavljević actuó a través del gobierno y de la Cruz Roja para salvar a 11 niños de allí, y en marzo un grupo de 147 mujeres y niños serbios fueron trasladados de Gornja Rijeka al campo de concentración de Loborgrad y luego a Zagreb y Zemun, y a su vez a campos en Alemania y Serbia. En abril, las mujeres serbias restantes fueron trasladadas a Loborgrad, y luego liberadas. Esto dejó a 73 mujeres judías y 7 católicas en Gornja Rijeka. Estas últimas, detenidas por "propaganda comunista", fueron trasladadas pronto al campo de concentración de Stara Gradiška, mientras que las primeras fueron trasladadas a Loborgrad en mayo de 1942, vaciando el recinto de Gornja Rijeka.

El 24 de junio de 1942, unos 100 niños de uno de los campos de concentración de Jasenovac fueron trasladados al campo, dirigido por miembros de las Juventudes de la Ustaša, y luego, el 4 de julio, otros 200 niños y niñas llegaron desde el campo de concentración de Stara Gradiška. A partir de junio de 1942, el campo albergó a unos 400 huérfanos que habían quedado de la Ofensiva de Kozara.

Tras un brote de fiebre tifoidea que causó alrededor de 140 muertes entre los niños, los guardias del campo abandonaron el lugar en agosto de 1942, y los activistas y médicos de la Cruz Roja croata evacuaron a unos 200 niños supervivientes el 14 de agosto de 1942 a los hospitales de Zagreb y al campo infantil de Jastrebarsko.