Hechos sobre: Solenodon cubanus
El solenodonte cubano, también conocido como almiquí, es un mamífero fascinante y raro que habita únicamente en Cuba. Perteneciente a la familia Solenodontidae, una de sus características más destacadas es su saliva venenosa, algo inusual entre los mamíferos. Fue descubierto por primera vez en 1861 por Wilhelm Peters, y se creía que la especie estaba extinta en 1970 debido a la falta de avistamientos recientes. Sin embargo, los esfuerzos de conservación en la década de 1970 demostraron que aún existía, con poblaciones encontradas en las provincias central y oriental de Cuba.
El solenodonte cubano es una criatura nocturna que se refugia en madrigueras. Posee un pelaje que varía de marrón oscuro a negro, ojos pequeños y un hocico largo, lo que le da una apariencia similar a la de una musaraña o a los miembros de la familia Tenrecidae de Madagascar. Mide entre 16 a 22 pulgadas de longitud y tiene una apariencia semejante a la de una rata, con una cola escamosa. Desafortunadamente, este animal único ha sido catalogado como en peligro de extinción desde 1982. Enfrenta numerosas amenazas, incluidas bajas tasas de reproducción, depredación por especies invasoras como la mangosta pequeña asiática, pérdida de hábitat debido a la deforestación y la minería, y los peligros causados por gatos y perros salvajes.
Esta especie es endémica de Cuba, donde caza insectos, invertebrados, frutas y pequeños animales durante la noche. Su dieta es bastante variada e incluye hongos, raíces e incluso presas pequeñas como lagartos, ranas, aves y roedores, gracias a su saliva venenosa. A pesar de ser polígamo, los machos no colaboran en la crianza de sus crías; solo se encuentran con las hembras para aparearse antes de separarse.