Hechos sobre: Tiaris olivaceus
El semillero oliváceo es un ave pequeña que se encuentra en América Central, América del Sur y el Caribe. Pertenece al grupo de los "pinzones" y está estrechamente relacionado con los pinzones de Darwin. Esta ave fue descrita por primera vez por el zoólogo francés Mathurin Jacques Brisson en 1760 y, posteriormente, Carl Linnaeus la nombró Emberiza olivacea en 1766. Actualmente está clasificada bajo el género Tiaris y cuenta con cinco subespecies diferentes.
Los machos del semillero oliváceo tienen la espalda de color verde oliva, la cara y el pecho negros, y la garganta amarilla, con una línea amarilla sobre los ojos y una mancha del mismo color debajo. Las hembras son ligeramente más pequeñas y presentan colores más apagados. Su llamado suena como un trino débil y zumbante, mientras que su canto está compuesto por trinos agudos, delicados y rápidos. Estas aves se alimentan de semillas de pasto, bayas e insectos, generalmente buscando comida en áreas semiabiertas.
Se reproducen desde México hasta Ecuador y Venezuela, así como en las Antillas Mayores y las islas cercanas. Aunque no son aves migratorias, se desplazan estacionalmente. A menudo se les puede observar en tierras bajas y estribaciones, frecuentando bordes de caminos, pastizales y campos con maleza. Principalmente se reproducen en verano y, en ocasiones, forman colonias de anidación dispersas. Sus nidos son estructuras redondeadas hechas de hierba y tallos de maleza.
El semillero oliváceo no es raro y está clasificado como de "Preocupación Menor" por la UICN. Curiosamente, la deforestación parece haber favorecido el crecimiento y expansión de su población. Su comportamiento distintivo, distribución amplia y rasgos físicos únicos hacen del semillero oliváceo un ave fascinante de observar en su hábitat natural.