Cliffs of Sangstrup

Los acantilados de Sangstrup y Karlby, en Dinamarca, en el norte de Europa, a la entrada del mar Báltico, son dos acantilados costeros de piedra caliza de hasta 17 metros de altura y 5 km de longitud que se originaron en un arrecife de coral de 65 millones de años de antigüedad en un mar prehistórico y tropical danés. En la actualidad, el clima de Dinamarca es templado costero.

Es posible -y legal para cualquiera- buscar fósiles en los acantilados. La erosión costera deja al descubierto regularmente nuevos materiales en los acantilados, lo que provoca desprendimientos de rocas. Aquí y allá se pueden encontrar agujeros de balas de cañón corroídos en los acantilados, supuestamente procedentes del tiro al blanco realizado por los buques de guerra alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.

En algunos lugares el mar ha ahuecado cuevas en la pared del acantilado. La mayoría de las veces hay una estrecha línea de costa frente a los acantilados, aunque algunas calas están aisladas y sólo son accesibles desde la orilla cuando la marea está baja. La diferencia de mareas es moderada, normalmente del orden de 30 cm en esta costa orientada al este y protegida de las costas atlánticas de Europa, más expuestas al oeste.

Los acantilados no son muy conocidos, ni siquiera entre los habitantes de la península, Djursland, donde están situados en la costa noreste, frente a Suecia, a 100 km de distancia. Djursland es una península de unos 40 km x 40 km con una población de 80.000 habitantes y una densidad de población de 42 por kilómetro cuadrado.

Los acantilados de Sangstrup y Karlby son buscados por pescadores y buceadores con esnórquel y submarinismo. La topografía submarina consiste en afloramientos de piedra caliza con acantilados y grietas entre bosques de algas.

El acceso a los acantilados en coche es posible en la bahía de Hjembæk, a 10 km al norte de la ciudad, Grenaa. Aquí los acantilados de Karlby se extienden hacia el norte y los acantilados de Sangstrup hacia el sur.