Hechos sobre: Spizaetus tyrannus
El águila-azor negra, también conocida como águila-azor tirano, es una imponente ave de presa que se encuentra desde el centro de México, a través de América Central, hasta Colombia, el este de Perú, el sur de Brasil y el norte de Argentina. Existen dos subespecies de esta águila, cada una con rangos ligeramente diferentes. Estas águilas prosperan en bosques húmedos, especialmente en áreas cercanas a ríos y diversas arboledas. Aunque no es el ave más abundante, se puede avistar con relativa frecuencia a lo largo de su distribución. El águila-azor negra está estrechamente relacionada con el águila-azor adornada, compartiendo similitudes en tamaño, apariencia y comportamiento.
En términos de apariencia, el águila-azor negra es bastante llamativa. Mide entre 58 y 70 cm de longitud y pesa entre 900 y 1,300 gramos. Su plumaje es predominantemente negro con patrones únicos en sus alas y cuerpo, junto con algunas motas blancas. Las alas están barradas y son ligeramente elípticas, y posee una cola larga y estrecha que rara vez despliega en abanico. Se pueden distinguir cuatro barras grises en su cola y una línea blanca distintiva sobre su ojo. Cuando esta águila se eleva en el cielo, sus alas parecen anchas y cortas, y generalmente mantiene su cola cerrada.
A pesar de ser más pequeña en comparación con otras águilas, el águila-azor negra es una cazadora formidable. Su dieta es variada e incluye grandes roedores, zarigüeyas, monos e incluso murciélagos, aves y reptiles. En Brasil, es conocida como "Gavião-pega-macaco", que significa "halcón que atrapa monos", lo que resalta su capacidad para capturar monos y otras presas de tamaño considerable, como tucanes y chachalacas.
No se conoce mucho sobre los hábitos reproductivos del águila-azor negra. Sin embargo, algunos estudios, como uno realizado por The Peregrine Fund en Guatemala, han proporcionado información valiosa. Se ha observado que estas águilas construyen sus nidos a unos 25.5 metros de altura en ramas laterales alejadas del centro del árbol. Tanto en la naturaleza como en cautiverio, las parejas reproductoras suelen poner un solo huevo, con un período de incubación de aproximadamente 44 días.