Hechos sobre: Cruz de la Victoria
La Cruz de la Victoria es una pieza fascinante de la historia del siglo X, originaria del reino de Asturias. El rey Alfonso III de Asturias donó esta hermosa cruz a la Catedral de San Salvador en Oviedo. Creada en 908 en el Castillo de Gauzón, la cruz tiene una rica leyenda asociada a ella, vinculándola con el rey Pelayo de Asturias y la famosa Batalla de Covadonga. Desde diciembre de 1990, la Cruz de la Victoria aparece orgullosamente en la bandera del Principado de Asturias.
Originalmente, la cruz tenía un simple núcleo de madera, que se cree fue llevado por el rey Pelayo durante la Batalla de Covadonga. Posteriormente, se guardó en la Iglesia de Santa Cruz de Cangas de Onís. Un estudio realizado en 2010 dató la cruz a finales del siglo IX. La ornamentada carcasa que vemos hoy fue añadida en 908 y está adornada con 152 gemas e imitaciones de gemas. El rey Alfonso III donó la cruz para celebrar un siglo de victorias asturianas.
La cruz mide 92 por 72 centímetros y resulta impresionante, cubierta de pan de oro, filigrana, esmalte de colores, perlas, piedras preciosas e hilo de oro. En el reverso, hay una inscripción que menciona a los donantes, el lugar y el año en que fue hecha.
La Cruz de la Victoria ha enfrentado diversos problemas. Fue dañada durante la Guerra Civil Española, pero fue cuidadosamente restaurada posteriormente. En 1977, la cruz fue robada, lo que llevó a otra ronda de reconstrucción en 1978. La cruz que vemos hoy refleja estos esfuerzos de restauración, preservando su significancia histórica y cultural para las futuras generaciones.