Hechos sobre: Cruz de los Ángeles
La Cruz de los Ángeles es una preciada reliquia asturiana de la época prerrománica, donada por el rey Alfonso II de Asturias en el año 808 a la Iglesia de San Salvador en Oviedo, Asturias. No es solo un artefacto histórico; es el símbolo de la ciudad de Oviedo. Esta cruz destaca como el ejemplo más antiguo de joyería que se conserva del Reino de Asturias.
A lo largo del tiempo, la cruz ha enfrentado varios desafíos. En 1977, fue dañada durante un robo, pero desde entonces ha sido cuidadosamente restaurada a su antiguo esplendor. La Cruz de los Ángeles presenta un diseño cuadrado típico de las cruces griegas y está hecha de dos piezas de madera de cedro con un disco redondo en su centro.
La donación de la cruz por parte del rey Alfonso II se considera a menudo como un gesto de gratitud después de ser reinstaurado en el trono tras un período de cautiverio en el monasterio de Abelania. La cruz lleva una inscripción en latín, que se traduce como un mensaje de protección y victoria para los fieles y una advertencia para los enemigos. También cuenta con anillos en sus brazos laterales, de los cuales cuelgan cadenas adornadas con perlas y piedras preciosas, conocidas como pendilia, que evocan las cruces y coronas votivas del tesoro visigodo de Guarrazar.
Para el siglo XV, la Cruz de los Ángeles se había consolidado firmemente como el símbolo de Oviedo. Los registros históricos sugieren que incluso podría haber servido como el sello de la ciudad tan temprano como en 1262. La cruz también está grabada en las antiguas murallas de la ciudad, con letras griegas alfa y omega, simbolizando la consagración. Hoy en día, la Cruz de los Ángeles se muestra con orgullo en el escudo de armas tanto de Oviedo como de la Arquidiócesis Católica Romana de Oviedo.