Bloody Monday, Danville

Bloody Monday es un nombre utilizado para describir una serie de arrestos y ataques que tuvieron lugar durante una protesta por los derechos civiles celebrada el 10 de junio de 1963 en Danville, Virginia. Se celebró para protestar contra las leyes de segregación y la desigualdad racial y fue una de las varias protestas celebradas durante el mes de junio. Atrajo a manifestantes veteranos de fuera de la ciudad, como Ivanhoe Donaldson, Avon Rollins, Robert Zellner y Dorthy Miller, del Comité Coordinador Estudiantil No Violento. Los acontecimientos recibieron numerosas críticas de los medios de comunicación nacionales, especialmente por los juicios posteriores supervisados por el juez Archibald M. Aiken.

Durante el día, treinta y ocho manifestantes fueron detenidos y encarcelados por su participación en las protestas. En respuesta, cincuenta manifestantes se reunieron en la cárcel de la ciudad para celebrar una vigilia de oración esa noche. Los participantes en la vigilia fueron agredidos por la policía de la ciudad y los ciudadanos de la delegación con porras y mangueras de agua. Sesenta y cinco personas fueron trasladadas al hospital afroamericano de la ciudad como resultado de los acontecimientos de ese día. Cuarenta y siete de las víctimas eran asistentes a la vigilia de oración. Martin Luther King Jr. visitó Danville para apoyar a los manifestantes el 11 de julio de 1963, pero decidió no realizar una marcha.

El juez Aiken comenzó a juzgar a los manifestantes detenidos el 17 de junio. Su gestión de los casos de los detenidos ha recibido críticas de varias personas y organizaciones, como el Departamento de Justicia de Estados Unidos. Durante los juicios, Aiken se negó a dar pliegos de cargos o a conceder aplazamientos o fianzas. También anunció los veredictos de culpabilidad a partir de un guión preestablecido e hizo casi, si no completamente, imposible que los acusados pudieran apelar sus sentencias.