Clay Street Bridge, Newark

El puente de Clay Street es un puente en el río Passaic entre Newark y East Newark, Nueva Jersey. El puente giratorio es el decimotercer puente desde la desembocadura del río en la bahía de Newark y se encuentra a 6,1 millas aguas arriba de la misma. Inaugurado en 1903, el puente Warren de celosía con armazón fue sustancialmente rehabilitado en 1975-1976, y sus partes originales en funcionamiento forman ahora parte de la colección del Museo de Newark. Está inscrito en el Registro de Lugares Históricos de Nueva Jersey y es apto para el Registro Nacional de Lugares Históricos.

Las 17 millas inferiores del río Passaic, de 90 millas de longitud, aguas abajo de la presa de Dundee, están influenciadas por las mareas y son navegables. El puente de Clay Street se construyó para sustituir una estructura de hierro forjado de 1889. Es uno de los tres puentes giratorios funcionales para vehículos y peatones de la ciudad, siendo los otros el puente de Jackson Street y el de Bridge Street. Desde 1998, las normas que regulan el funcionamiento de los puentes levadizos exigen que se avise con cuatro horas de antelación para su apertura, lo que ocurre con poca frecuencia.

En su extremo oriental, el puente de Clay Street se adentra en el distrito histórico de la Clark Thread Company, cruzando el río en un punto que sigue utilizándose para la industria, la fabricación y la distribución. El extremo occidental se adentra en el barrio de Newark, a veces conocido como Lower Broadway. El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE.UU. está llevando a cabo la restauración y rehabilitación del Lower Passaic, incluyendo la supervisión del saneamiento ambiental y la reconstrucción de los mamparos.

En 2012, el Departamento de Transporte de Nueva Jersey asignó fondos para la reconstrucción del puente. A partir de 2014, la Autoridad de Planificación del Transporte de Jersey del Norte, junto con los condados, está llevando a cabo el Estudio de Desarrollo del Concepto Local, una fase previa para abordar el deterioro y las deficiencias estructurales del puente, que debido a su edad, ya no se puede abordar con el mantenimiento rutinario. En 2015, se determinó que una sustitución es la opción preferida, que costaría aproximadamente 70 millones de dólares.