Puente de Verrazano-Narrows, Nueva York

El Puente Verrazano-Narrows es una imponente obra de ingeniería que conecta los barrios de Staten Island y Brooklyn en la ciudad de Nueva York. Inaugurado en 1964, este puente colgante es una de las estructuras más destacadas del horizonte neoyorquino y se ha convertido en un hito imprescindible para los visitantes interesados en la arquitectura y la historia urbana de la ciudad.

Con una longitud total de 4,260 pies (1,298 metros), el Verrazano-Narrows Bridge ostentaba el título del puente colgante más largo del mundo en el momento de su apertura, una hazaña que mantuvo durante 17 años. Aunque ya no ostenta ese récord, sigue siendo uno de los puentes más largos de los Estados Unidos.

La majestuosidad de su estructura y la altura de sus torres, que alcanzan los 693 pies (211 metros) sobre el nivel del agua, ofrecen una vista espectacular del puerto de Nueva York y de la Estatua de la Libertad. Por su diseño y magnitud, el puente es también un punto de referencia para los navegantes y un símbolo de la ingeniería moderna.

El puente lleva el nombre de Giovanni da Verrazzano, el explorador italiano que fue el primer europeo en navegar la bahía de Nueva York en el siglo XVI, y de los estrechos de agua que separan Staten Island y Brooklyn, conocidos como "The Narrows".

Para los turistas, cruzar el Verrazano-Narrows Bridge es una experiencia única. Aunque no cuenta con un paseo peatonal, los visitantes pueden disfrutar de las vistas panorámicas del puente desde diversos puntos de observación cercanos o al cruzarlo en vehículo. Además, el puente es protagonista de eventos importantes como el inicio del Maratón de Nueva York, lo que lo convierte en un ícono cultural de la ciudad.