Pacifica State Beach, Pacífica

Pacifica State Beach es la más meridional de las grandes playas de Pacifica, California. Es una playa en forma de media luna de 0,75 millas de largo situada en la desembocadura del Valle de San Pedro en el centro de Pacifica, junto a la Ruta Estatal 1, en el Condado de San Mateo.

La playa estatal de Pacifica es uno de los puntos de surf para principiantes más populares de la zona de San Francisco. Entre los surfistas es comúnmente conocida como Linda Mar Beach porque se encuentra frente a la subdivisión Linda Mar de Pacifica. Es una playa estatal gestionada por la ciudad de Pacifica a través de un acuerdo de explotación con los parques estatales de California. El restaurante Taco Bell en el lado de la playa de la carretera tiene la reputación de ser la ubicación Taco Bell más pintoresca del mundo.

La playa estatal de Pacifica es el hábitat del chorlito nival occidental, un ave costera que está considerada como amenazada por la Ley de Especies en Peligro de Extinción.

Entre 1989 y 2005, la playa estatal de Pacifica fue objeto de un amplio programa de restauración del hábitat de la playa, en asociación con el control de las inundaciones de San Pedro Creek y la restauración del hábitat. En 2002, en el marco de una asociación con Pacifica Land Trust y California Coastal Conservancy, se compraron y eliminaron por valor de 2,2 millones de dólares dos casas situadas junto al mar y las hectáreas circundantes para restaurar la playa y el estuario. Este proyecto fue identificado como una de las mejores playas restauradas por la American Shore and Beach Preservation Association en 2005, citada como "...un ejemplo de proyecto costero bien planificado y ejecutado que es el producto de los esfuerzos de cooperación de la comunidad local, las agencias estatales y federales, los científicos, los ingenieros y los ciudadanos". El complejo proyecto de restauración de playas y hábitats ha contado con la participación de más de 10 organismos reguladores y de concesión de permisos, la financiación de ocho organismos de concesión y la participación activa de ocho grupos ecologistas. Se trata de una de las primeras playas en utilizar la retirada controlada como método de protección del litoral. Además de la recuperación de la playa, ha restaurado el hábitat de cuatro especies amenazadas y en peligro de extinción y ha mejorado el acceso de la comunidad con la ampliación de los aparcamientos, los senderos y los nuevos baños. Más de un millón de personas visitan esta playa cada año".