Kinzua Bridge, Mount Jewett

El puente de Kinzua o viaducto de Kinzua era un caballete de ferrocarril que cruzaba el arroyo Kinzua en el condado de McKean, en el estado de Pensilvania. El puente tenía 301 pies de altura y 2.052 pies de longitud. La mayor parte de su estructura se derrumbó durante un tornado en julio de 2003.

El puente se construyó originalmente con hierro forjado en 1882 y fue anunciado como la "Octava Maravilla del Mundo", ostentando el récord de ser el puente ferroviario más alto del mundo durante dos años. En 1900, el puente fue desmantelado y reconstruido simultáneamente en acero para permitir que albergara trenes más pesados. Permaneció en servicio comercial hasta 1959 y fue vendido a la Mancomunidad de Pensilvania en 1963, convirtiéndose en la pieza central de un parque estatal.

La restauración del puente comenzó en 2002, pero antes de que se terminara un tornado golpeó el puente en 2003, causando el colapso de una gran parte del puente. Los pernos de anclaje corroídos que sujetaban el puente a sus cimientos fallaron, contribuyendo al colapso.

Antes de su derrumbe, el puente Kinzua estaba considerado como el cuarto puente ferroviario más alto de Estados Unidos. Fue incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos en 1977 y en la lista de monumentos históricos de ingeniería civil de la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles en 1982. Las ruinas del puente de Kinzua se encuentran en el Parque Estatal del Puente de Kinzua, junto a la Ruta 6 de EE.UU. cerca del municipio de Mount Jewett, Pensilvania.