Harsimus Stem Embankment, Jersey City

El terraplén de Harsimus Stem, también llamado terraplén de la calle Sexta, es un terraplén ferroviario histórico de media milla de largo, ahora abandonado y en gran parte cubierto de follaje, en el corazón del centro histórico de Jersey City, Nueva Jersey, en los Estados Unidos. El terraplén, de 27 pies de altura, se extiende a lo largo del lado sur de la calle Sexta hacia el oeste, desde el bulevar Marin hasta la calle Brunswick. Es el límite entre los barrios de Harsimus y Hamilton Park. Las vías aéreas del puente de vigas al oeste de la calle Brunswick fueron desmanteladas, pero los estribos de piedra permanecen.

Esta estructura elevada de piedra llevó en su día siete vías de la línea Passaic and Harsimus del ferrocarril de Pensilvania a sus patios de carga y operaciones de carflotación en el río Hudson, en Harsimus Cove, y a sus instalaciones de almacenamiento y distribución. La línea formaba parte de las propiedades del ferrocarril en el muelle, que incluían la terminal de pasajeros de Exchange Place y el astillero de Greenville. El terraplén está incluido en el Registro de Lugares Históricos de Nueva Jersey, puede optar al Registro Nacional y es un monumento municipal de Jersey City.

En 2010, un movimiento ciudadano local presionó a los gobiernos locales, principalmente al condado de Hudson y a la ciudad de Jersey City, para que adquirieran el terreno y convirtieran el terraplén en un parque público. El promotor que posee los terrenos donde se encuentra el terraplén se opone. En septiembre de 2010, un tribunal federal dictaminó que la venta al promotor era legal y que la ciudad no había ejercido previamente su primera opción de compra del derecho de paso a Conrail. La decisión significaba que la ciudad podía reclamar la estructura mediante el dominio eminente. La solicitud de subvención de 1 millón de dólares no fue atendida. Las propuestas del promotor para vender partes del terreno a la ciudad fueron rechazadas en 2011. El caso fue llevado a un tribunal de apelación, que determinó que el caso contra el promotor podía seguir adelante. En enero de 2012 se anunció que se había llegado a un acuerdo por el que la ciudad compraría la propiedad por 7 millones de dólares. En septiembre de 2012 se dictaminó que Conrail no había pasado por el proceso requerido de "abandono" y no podía vender legalmente la propiedad. De nuevo en 2020, se anunció un acuerdo.