St. Jean Baptiste Roman Catholic Church, Nueva York

La iglesia católica romana de San Juan Bautista, también conocida como Église St-Jean-Baptiste, es una iglesia parroquial de la archidiócesis católica romana de Nueva York situada en la esquina de Lexington Avenue y East 76th Street, en el barrio de Lenox Hill, en el Upper East Side de Manhattan, Nueva York. La parroquia se creó en 1882 para atender a la población inmigrante francocanadiense de la zona y siguió siendo la Parroquia Nacional Francocanadiense hasta 1957. Desde 1900 la atienden los Padres del Santísimo Sacramento.

El financiero Thomas Fortune Ryan, convertido al catolicismo en su adolescencia, financió su construcción. Fue diseñada por Nicholas Serracino, un arquitecto italiano que ejercía en Nueva York y que, inspirado por los manieristas italianos, combinó elementos de los estilos arquitectónicos del Renacimiento italiano y del Renacimiento clásico. Seracino ganó el primer premio por su diseño en la Esposizione Internazionale delle Industrie e del Lavoro de Turín en 1911. Es la única iglesia que se conserva en la ciudad.

La iglesia es una de las pocas iglesias católicas de la ciudad de Nueva York con cúpula, y sólo una de las dos -la otra es la catedral de San Patricio- con vidrieras de los estudios de vidrio de Chartres. El edificio fue designado monumento de la ciudad en 1969, y fue incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos en 1980 junto con su rectoría. Entre 1995 y 1996 se restauraron y renovaron tanto el interior como el exterior.

Iniciada en 1882 en una sala alquilada sobre un establo, la congregación ha pasado por tres edificios en dos ubicaciones. La escuela secundaria St. Jean Baptiste fue iniciada en el terreno como escuela primaria por monjas de la Congregación de Notre Dame en 1886. A finales del siglo XIX, la exposición por parte de un sacerdote visitante de una reliquia de Santa Ana, prevista para una noche, se convirtió en un acontecimiento de tres semanas de duración durante el cual se produjeron numerosas curaciones milagrosas por parte de los miles de peregrinos que abarrotaban la iglesia; como resultado, la iglesia cuenta con su propio santuario a la santa, lo que llevó a un esfuerzo fallido para que fuera designada basílica. En 1900 pasó del control de los Padres de la Misericordia fundadores a la Congregación del Santísimo Sacramento, que introdujo la adoración eucarística como estilo de culto.