Stenberga Castle

El castillo de Stenberga era un pequeño castillo medieval en Masku, Finlandia. Se construyó originalmente en piedra gris y constaba de dos torres con unas dimensiones exteriores de 13 por 13 metros y 9 por 7 metros, respectivamente. Los muros del castillo tenían un grosor de 2 metros. En una fase posterior, también se utilizaron ladrillos en la construcción. El castillo estaba en una roca escarpada, presumiblemente una isla en aquel entonces, junto al mar, cerca de la desembocadura del río Hirvijoki, que fluye desde Nousiainen. Debido al rebote postglacial, el emplazamiento está ahora a casi 2 kilómetros de la costa. Queda muy poco del castillo.

No se han realizado excavaciones en el lugar desde principios del siglo XX, lo que ha dado pie a discutir la antigüedad del castillo. Algunos historiadores lo consideran una construcción del siglo XIV, mientras que otros lo fechan a finales del siglo XII, cuando el rey Canuto construyó pequeños castillos defensivos de aspecto similar en varias partes de Suecia. Según crónicas más o menos vagas, Finlandia parece haber sido objeto de especial atención militar por parte de fuerzas danesas, suecas y rusas en la década de 1190, lo que da el posible contexto para la construcción del castillo. El historiador Ericus Olai afirmó a finales del siglo XV que el obispo Kol de Linköping había sido el duque de Finlandia, lo que, sin embargo, no puede confirmarse a partir de otras fuentes. También cabe destacar la posición estratégica del castillo, que cierra el acceso marítimo a Nousiainen, que fue la primera sede supuesta del obispo de Finlandia. La sede se trasladó a Koroinen más tarde, a mediados del siglo XIII.

Sea como fuere, el castillo en sí no se menciona en las fuentes históricas durante la época en que estuvo en funcionamiento. La finca de Stenberga que lo rodea se menciona por primera vez en 1398 como propiedad del entonces alguacil del castillo de Turku. Más tarde, la finca fue donada a un monasterio de brigadistas en Naantali en la década de 1430. Según algunos historiadores, el castillo abandonado fue desmontado poco después para conseguir material de construcción para el monasterio, que estaba a sólo unos diez kilómetros de distancia. En 1556, la finca, junto con otras propiedades del monasterio, fue confiscada al Estado durante la Reforma.

En la actualidad, el yacimiento se encuentra en una propiedad privada y no se ha mantenido durante años. Se requiere el permiso del propietario para visitarlo. La subida a la cima de la colina a través de rocas y arbustos empinados puede ser difícil.