Hechos sobre: Las muy ricas horas del Duque de Berry
"Les Très Riches Heures du Duc de Berry", comúnmente conocido como "Les Très Riches Heures", es un destacado ejemplo de iluminación de manuscritos del final del período gótico internacional. Fue creado entre 1412 y 1416 para Juan, Duque de Berry, por los talentosos hermanos Limbourg. Este espléndido libro de horas está repleto de oraciones destinadas a ser recitadas en momentos específicos del día.
Desafortunadamente, el manuscrito quedó inconcluso en 1416 cuando tanto los artistas como su mecenas fallecieron, probablemente debido a la peste. No fue hasta la década de 1440 que un pintor anónimo, que muchos creen fue Barthélemy d'Eyck, retomó el trabajo. Finalmente, Jean Colombe completó el manuscrito entre 1485 y 1489.
En la actualidad, "Les Très Riches Heures" se encuentra en el Musée Condé en Chantilly, Francia. Consiste en 206 hojas de pergamino, con 66 miniaturas grandes y 65 más pequeñas. El manuscrito es conocido por su diseño elaborado y lujoso, creado con materiales costosos como oro y pigmentos raros por varios artistas, principalmente de los Países Bajos. Debido a su opulencia, se considera uno de los manuscritos iluminados más lujosos del periodo medieval tardío.
Durante unos tres siglos, "Les Très Riches Heures" permaneció relativamente desconocido. Sin embargo, ganó reconocimiento generalizado en los siglos XIX y XX. Las miniaturas de este manuscrito han influido significativamente en la imagen popular de la Edad Media y a menudo se han utilizado con fines políticos y nacionalistas.
El contexto histórico del libro, su conexión con el Duque de Berry y su recorrido por diferentes propietarios a lo largo de los siglos son temas fascinantes. Los artistas, incluidos los hermanos Limbourg, Jean Colombe y el misterioso "pintor intermedio", han sido analizados a fondo, con expertos atribuyendo miniaturas de calendario específicas a diferentes artistas.
"Les Très Riches Heures" no era solo un libro hermoso; servía como texto devocional para la oración privada. Los aspectos técnicos del manuscrito, como la calidad del pergamino y las técnicas de ilustración, están meticulosamente detallados. Incluye un calendario, varias oraciones y numerosas miniaturas.
Estilísticamente, el manuscrito es innovador. Los artistas utilizaron enfoques pioneros como la luz y los reflejos realistas, representaciones naturalistas e influencias clásicas, haciendo que la obra de arte sea verdaderamente única.