Cambrai Madonna, Cambrai

La Virgen de Cambrai, realizada hacia 1340, es una pequeña réplica italo-bizantina, posiblemente sienesa, de un icono de Eleusa. Se cree que la obra en la que se basa se originó en la Toscana hacia 1300, e influyó en un gran número de pinturas del siglo siguiente, así como en las esculturas florentinas de la década de 1440-1450. Esta versión fue a su vez ampliamente copiada en toda Italia y el norte de Europa durante los siglos XIV y XV; la Virgen entronizada con el Niño de Filippo Lippi de 1447 es un ejemplo bien conocido.

Cuando en 1450 el cuadro fue llevado a Cambrai, entonces parte del Sacro Imperio Romano gobernado por los duques de Borgoña y ahora en Francia, se creyó que era un original de San Lucas, patrón de los artistas, para el que la propia María había servido de modelo. Por ello, fue tratada como una reliquia; Dios concedía milagros a los que viajaban a verla.

La obra es significativa más allá de su valor estético: sirve de puente entre la tradición de los iconos bizantinos y el Quattrocento italiano, e inspiró la obra de los artistas neerlandeses del siglo XV. Tras la conquista de Constantinopla por los turcos otomanos, se encargaron copias del cuadro en los Países Bajos en apoyo de la proyectada cruzada de Felipe el Bueno, anunciada en la Fiesta del Faisán pero que nunca se puso en marcha.