Basilique Sainte-Marie-Madeleine, Saint-Maximin-la-Sainte-Baume

La basílica de Sainte-Marie-Madeleine en Saint-Maximin-la-Sainte-Baume, iniciada en 1295 y terminada en 1532, es el edificio religioso gótico más importante de la Provenza.

Construida a instancias de Carlos II de Anjou, conde de Provenza, tras el "redescubrimiento" de las reliquias de Santa María Magdalena bajo el suelo de la iglesia de la ciudad unos años antes, esta iglesia estaba destinada a ser el lugar donde los peregrinos pudieran visitar la tumba de María Magdalena. Las grandiosas obras previstas debían durar varios siglos y fueron interrumpidas varias veces. La iglesia nunca se completó según los planes. Lugar de peregrinación importante para la cristiandad en la Edad Media, el edificio sufrió daños durante la Revolución Francesa, pero conservó su órgano del siglo XVIII.

Está catalogada como monumento histórico en 1840, y muchos de sus muebles interiores también están catalogados como monumentos históricos, como los sarcófagos de la cripta, las pinturas, las esculturas y la gran caja del órgano. La iglesia obtuvo "oficialmente" el título de basílica menor en 2017.

Excavaciones y estudios recientes han revelado la presencia de un complejo religioso que data de la antigüedad, tanto bajo el suelo de la basílica como en el exterior del edificio.

La basílica alberga varias reliquias de santos cristianos, la más famosa de las cuales es la cabeza de María Magdalena, venerada aquí desde la Edad Media. Esta reliquia fue reinstalada en un gran relicario en 1860, tras la destrucción de su relicario original. El relicario se encuentra en la cripta, junto a los sarcófagos paleocristianos.