Catedral de Limoges, Limoges

La Catedral de Limoges es uno de los monumentos góticos más impresionantes del centro de Francia. Este emblemático edificio religioso, dedicado a San Esteban, se erige en la ciudad de Limoges, conocida por su exquisita porcelana. La construcción de la catedral comenzó en 1273 y se extendió por varios siglos, lo que explica la mezcla de estilos arquitectónicos que van desde el gótico temprano hasta el gótico tardío.

La fachada de la catedral es una obra maestra en sí misma, con intrincados detalles esculpidos y un rosetón espectacular que permite el paso de la luz creando un ambiente místico en el interior. Uno de los elementos más destacados es su torre campanario, conocida como la Torre de Limoges, que se eleva a unos impresionantes 65 metros de altura y ofrece una vista panorámica de la ciudad.

En el interior, los visitantes quedan cautivados por los magníficos vitrales, que datan de los siglos XIII al XV, y por el detallado trabajo de piedra. La catedral también alberga un notable órgano, que ha sido restaurado y es utilizado para conciertos y eventos litúrgicos.

Además de su arquitectura y arte religioso, la Catedral de Limoges es conocida por albergar la tumba del obispo Jean de Langeac, con su ornamentada escultura renacentista. El claustro, adyacente a la catedral, ofrece un espacio de tranquilidad y es un testimonio del arte medieval.