Venus Capitolina, París

En el corazón de París, resguardada en el encanto del Museo del Louvre, se encuentra una de las esculturas más emblemáticas de la antigüedad clásica: la Capitoline Venus. Esta estatua es una réplica romana de un tipo de Venus Pudica, que data del siglo II d.C., y es un ejemplo prístino de la belleza y el arte de la época.

La Capitoline Venus, que debe su nombre al monte Capitolino de Roma donde se encontró la versión original, captura la esencia de la diosa del amor y la belleza, Venus, en una pose modesta y serena. Con una altura de aproximadamente 1.93 metros, la estatua muestra a Venus en el acto de bañarse, cubriéndose con las manos en un gesto de pudor que ha inspirado a innumerables artistas a lo largo de los siglos.

Los visitantes del Museo del Louvre pueden admirar la Capitoline Venus en la Galería de las Antigüedades Griegas y Romanas, donde se encuentra rodeada por otras obras maestras de la época. La delicadeza de su tallado en mármol y la suavidad de las líneas que definen su figura hacen de esta escultura una parada obligatoria para los amantes del arte clásico.

Si bien la Capitoline Venus no es tan conocida como la Mona Lisa o la Venus de Milo, su importancia histórica y valor estético la convierten en un tesoro oculto dentro del vasto acervo del Louvre. Para los turistas que deseen contemplar la belleza de la antigüedad, la Capitoline Venus ofrece una experiencia inolvidable y un vistazo a los ideales de la belleza de otra era.