Knap Hill

Knap Hill se encuentra en el borde norte del Valle de Pewsey, en el norte de Wiltshire, Inglaterra, a una milla al norte del pueblo de Alton Priors. En la cima de la colina hay un recinto con calzadas, una forma de movimiento de tierra neolítico que se construyó en Inglaterra a partir del 3700 a.C. aproximadamente, y que se caracteriza por el cerramiento total o parcial de un área con zanjas interrumpidas por huecos, o calzadas. Se desconoce su finalidad: pueden haber sido asentamientos, lugares de reunión o sitios rituales de algún tipo. El sitio ha sido catalogado como monumento antiguo.

Knap Hill destaca por ser el primer recinto con calzada que se excavó e identificó: en 1908 y 1909, Benjamin y Maud Cunnington pasaron dos veranos investigando el lugar, y Maud Cunnington publicó dos informes de su trabajo, señalando que había varias brechas en el foso y el banco que rodeaban el recinto. A finales de la década de 1920, tras la excavación de Windmill Hill y otros yacimientos, se hizo evidente que los recintos con calzada eran un monumento característico del Neolítico. En la actualidad se han encontrado unos mil recintos con calzada en Europa, incluidos unos setenta en Gran Bretaña.

Este yacimiento fue excavado de nuevo en 1961 por Graham Connah, que mantuvo una exhaustiva documentación estratigráfica. En 2011, el proyecto Gathering Time publicó un análisis de las fechas de radiocarbono que incluía varias fechas nuevas procedentes de los hallazgos de Connah. Llegó a la conclusión de que había un 91% de posibilidades de que el recinto de Knap Hill se construyera entre 3530 y 3375 a.C.

Dos túmulos se encontraban dentro del recinto neolítico, y al menos uno más fuera de él. En la cima de la colina también se encuentran los restos de un asentamiento romano-británico en una zona adyacente más pequeña llamada recinto de la meseta, junto con algunas pruebas de ocupación en el siglo XVII. Se encontró una espada anglosajona en el recinto más pequeño, y hay pruebas de un intenso incendio en la misma zona, lo que implica un final violento de la ocupación romano-británica de la cima de la colina.