Flodden Wall, Edimburgo

Desde el siglo XII existen varias murallas alrededor de Edimburgo. Es probable que existiera algún tipo de muralla desde la fundación del burgo real en torno a 1125, aunque la primera construcción se registra a mediados del siglo XV, cuando se construyó la Muralla del Rey. En el siglo XVI se erigió el muro de Flodden, más extenso, tras la derrota de los escoceses en la batalla de Flodden en 1513. A principios del siglo XVII se amplió con el Muro de Telfer. Las murallas contaban con varias puertas, conocidas como puertos, siendo el más importante el de Netherbow, situado a mitad de la Royal Mile. Este puerto permitía el acceso desde Canongate, que en aquella época era un burgo independiente.

Las murallas nunca tuvieron mucho éxito como estructuras defensivas, y fueron fácilmente traspasadas en más de una ocasión. Servían más bien para controlar el comercio y gravar las mercancías, y para disuadir a los contrabandistas. A mediados del siglo XVIII, las murallas habían superado sus objetivos defensivos y comerciales, y se inició la demolición de algunas secciones de la muralla. El puerto de Netherbow fue derribado en 1764, y la demolición continuó en el siglo XIX. En la actualidad, sobreviven algunas secciones de las tres murallas sucesivas, aunque no se conserva ninguno de los puertos.