Worcester city walls, Worcester

Las murallas de Worcester son una secuencia de estructuras defensivas construidas alrededor de la ciudad de Worcester en Inglaterra entre los siglos I y XVII. Las primeras murallas que se construyeron alrededor de Worcester fueron construidas por los romanos. Estas primeras murallas perduraron más allá de la caída del Imperio, y las defensas animaron a varias fundaciones cristianas tempranas a establecerse en Worcester durante los agitados siglos VI y VII. Los anglosajones ampliaron Worcester en la década de 890, formando una nueva ciudad amurallada y planificada, llamada burh. El burh utilizó los tramos meridionales de las antiguas murallas romanas, pero se extendió hacia el norte para encerrar una zona mucho más amplia. Las murallas de la ciudad anglosajona se mantenían gracias a una parte de los impuestos sobre el mercado local y las calles, en un acuerdo reforzado por una carta real.

Tras la conquista normanda de Inglaterra en el siglo XI, se construyó un castillo de tipo motte and bailey en el lado sur de la ciudad, pero los gobernantes normandos siguieron utilizando las antiguas murallas del burh, a pesar de que la ciudad se había expandido más allá de estas defensas en el norte y el sureste. Durante los años de la Anarquía, en la década de 1140, Worcester fue atacada con éxito varias veces; después de la guerra se construyó una nueva muralla para mejorar las defensas de la ciudad. Las nuevas murallas, terminadas a principios del siglo XIII, eran de piedra y tenían tres puertas principales. Se mantuvieron en buen estado hasta el siglo XVII.

Durante la Guerra Civil inglesa, en la década de 1640, las antiguas murallas medievales fueron reforzadas con modernos bastiones de tierra y un fuerte exterior, llamado sconce. Worcester cambió de manos varias veces durante el conflicto, y una vez terminada la guerra se desmantelaron las nuevas fortificaciones. Durante el siglo XVIII, las antiguas murallas de piedra medievales y las garitas fueron vendidas y destruidas en su mayor parte: en el siglo XX, pocas partes sobrevivieron. La arqueología de posguerra, en los años 50 y 60, y los trabajos de construcción de los años 70 revelaron tramos de la muralla hasta entonces ocultos, y en el siglo XXI se han elaborado planes para mejorar la conservación y el mantenimiento de este monumento histórico.