St Helens Fort, Brading Marshes RSPB reserve

St Helens Fort es un fuerte marítimo en el Solent, cerca de la isla de Wight, uno de los fuertes Palmerston cerca de Portsmouth. Se construyó a raíz de la Comisión Real de Defensa del Reino Unido de 1859, con el fin de proteger el fondeadero de St Helens.

El fuerte fue diseñado por el capitán E. H. Stewart, supervisado por el inspector general adjunto de fortificaciones, el coronel W. F. D. Jervois. La construcción comenzó en 1865 y se terminó en 1878, con un coste de 123.311 libras. Sufrió un grave hundimiento que obligó a realizar muchos cambios en los planos, terminando con dos cañones de avancarga de 10 pulgadas y 18 toneladas hacia tierra y un cañón de 12,5 pulgadas y 38 toneladas hacia el mar.

El fuerte está ahora en manos privadas y no está abierto al público. Se puso a la venta en 2003. Cualquier residente privado no tendría acceso a los servicios de las autoridades locales, aunque tiene su propio pozo artesiano. Un informe del National Trust afirma que durante la Segunda Guerra Mundial "se utilizó como plataforma de reflectores y cañones antiaéreos".

Periódicamente, en una de las mareas más bajas del año, se realiza un paseo masivo desde la playa de St Helens hasta el fuerte y de vuelta. En ese momento aparece la calzada desde el mar sobre la que se transportaron los materiales originales desde la orilla de la antigua iglesia de St Helen, donde antiguamente había una cantera. El acceso se realiza desde este punto, pero también a lo largo del espigón desde Bembridge. Se ha convertido en una tradición celebrar una barbacoa en la playa a partir de entonces. Este acontecimiento es totalmente espontáneo, pero los clubes náuticos locales proporcionan servicios de embarcación de seguridad.

Los otros fuertes marítimos, todos ellos más grandes, son Spitbank Fort, Horse Sand Fort y No Man's Land Fort. Los fuertes del Solent -conocidos a menudo como "las locuras de Palmerston"- se construyeron en respuesta al temor de una invasión francesa bajo el mando de Luis Napoleón III. Esto se debió en parte a las doctrinas de la Jeune École del pensamiento naval francés, que hacía hincapié en el ataque a los puertos con pequeñas embarcaciones, en lugar de la acción de la flota, así como el lanzamiento del primer buque de guerra acorazado, el Gloire. La amenaza de guerra con Francia se aleja después de que la guerra franco-prusiana de 1870-71 termine con la derrota francesa.

Los fuertes se utilizaron posteriormente para la defensa tanto en la Primera como en la Segunda Guerra Mundial, aunque el armamento más pesado resultó impopular entre los habitantes de la zona debido a que la conmoción rompía las ventanas durante las prácticas de tiro.

Posteriormente, su principal función útil ha sido la de faros de navegación.

En 2020, Spitbank, No Man's Land y Horse Sand Fort también eran propiedad privada; los dos primeros se habían convertido en hoteles tras una importante restauración.