Lakota, Bristol

Lakota es un club nocturno situado en Stokes Croft, Bristol. El edificio es la única parte que queda de la cervecería Stokes Croft, y forma parte de la zona de conservación de Stokes Croft. El Ayuntamiento de Bristol lo considera un punto de referencia local, y fue "considerado a principios de los años noventa como uno de los clubes más famosos del país fuera de Londres".

Lakota fue creado originalmente por George Leonards y Martin Woolford, también conocido como Merv, que también era dueño del Moon Club, que había estado en parte del sitio desde 1986. La familia Burgess era propietaria del Tropic Club, situado en Stokes Croft. El club abrió sus puertas en 1989 y fue inmediatamente aclamado por la crítica. En 1990, el banco decidió llamar a los administradores judiciales para que vendieran el club, ya que el tipo de interés de la hipoteca subió en ese momento al 15% y el club no podía hacer frente a las cuotas. Bentleigh y Marti Burgess decidieron reunir el dinero para comprar el club a los administradores judiciales. Después de una feroz guerra de ofertas entre ellos y Piers Adams y Christian Arden, acabaron comprando el club con el dinero que habían conseguido de inversores de capital riesgo.

En 1992, Lakota puso en marcha una noche llamada 1 Love los sábados, que inmediatamente se convirtió en una gran noche de club en el Reino Unido. 1 Love acogió a grandes nombres de Dj's así como a sus residentes de Bristol: James Savage, Ian Wilkie y Mike Shawe

A finales de los años noventa, Lakota se convirtió en uno de los clubes más famosos del país y la familia Burgess pudo ampliar el imperio para incluir una compañía discográfica, una tienda de productos y una agencia de DJ. Lakota situó a Bristol en el mapa de los clubes como un próspero centro de la cultura de clubes y ayudó a que la ciudad dejara de tener la reputación de ser una ciudad relajada de "vibraciones suaves". Lakota acogió a todas las superestrellas del DJ, como Carl Cox, Danny Rampling, Sasha, John Digweed, Todd Terry, Roger Sánchez, Paul Oakenfold, Judge Jules y LTJ Bukem.

A principios de siglo, el Lakota, al igual que todos los demás superclubes, sufrió un gran descenso en su actividad y, en los años siguientes, pareció perder el rumbo al tratar de mantenerse en sus raíces house y de incursionar en la nueva música underground, como el garaje, el reggae y el two-step. Desde 2006, el club ha recuperado terreno colaborando con jóvenes promotores para organizar una serie de noches de drum and bass, hardcore, dub-step, psy-trance y techno. Una nueva generación de clubbers de Bristol parece haberse enamorado de nuevo de él.

El Lakota volvió a recibir publicidad nacional en marzo de 2008, cuando se anunciaron los planes de demolición del club y del cercano Clockwork. Se puso en marcha una campaña en Facebook