Mehmet Bey Mosque, Serres

La mezquita de Mehmet Bey, también conocida localmente como Santa Sofía, es una mezquita otomana del siglo XV situada en la ciudad de Serres, en el norte de Grecia.

La mezquita fue construida por el epónimo Mehmet Bey en 1492/93. Mehmet era yerno del sultán Bayezid II y se había casado con la princesa Seldjuk Hatun. La pareja vivió en la ciudad a finales del siglo XV y la dotó de varios edificios más, ninguno de los cuales se conserva.

La mezquita está construida con sillería de piedra caliza amarilla cuidadosamente tallada, excepto las partes abovedadas, que son de ladrillo. Consta de una amplia sala de oración central cuadrada, rematada por una única cúpula de 14,58 m de diámetro. Cuatro salas más pequeñas cubiertas por medias cúpulas están dispuestas dos en cada uno de los lados este y oeste del espacio central, mientras que en la cara sur hay un pórtico pentagonal que contiene el mihrab. La entrada principal está situada en el muro norte, rematada por la inscripción dedicatoria del fundador y precedida por un pórtico de cinco arcos sostenidos por columnas de mármol blanco con capiteles exquisitamente tallados. El arco central está rematado por una cúpula semiesférica, mientras que los arcos de los lados están coronados por cúpulas en forma de embudo. Originalmente, todas las cúpulas de la mezquita estaban cubiertas de plomo y las paredes interiores enlucidas, mientras que los viajeros cuentan que un hermoso jardín rodeaba el edificio.

La mezquita era famosa por su arquitectura y la belleza de su jardín. El cronista otomano Evliya Çelebi señaló que Todas las estructuras, las cúpulas, la madrasa, la escuela y el comedor están cubiertas de plomo. Es casi imposible describir lo ligera y espiritualmente refrescante que es esta mezquita. Harían falta muchas palabras para describir con veracidad la belleza del trabajo manual en las numerosas zonas de la mezquita. La única otra mezquita que podría compararse con ésta es la mezquita de Yahya Paşa en Üsküp. Pero los jardines que rodean esta mezquita no tienen rival; son como si estuvieran cubiertos de terciopelo verde, con árboles majestuosos y todo tipo de pájaros que vuelan por este verdor. Miles de fieles pueden sentarse a la sombra de los numerosos árboles y discutir. El olor de los numerosos cipreses del jardín es embriagador, y la mezquita se ha hecho famosa desde Grecia hasta Persia.

A pesar de ser la más antigua y la más grande de las mezquitas que se conservan en la ciudad, hoy en día el edificio está abandonado y sin uso. Dejó de funcionar como mezquita a finales del siglo XIX, cuando sufrió grandes daños por la crecida del cercano arroyo Agioi Anargyroi.