Plaka Bridge

El Puente de Plaka, ubicado en el noroeste de Grecia, es una joya de la ingeniería y la arquitectura tradicional. Este puente de piedra, que data del siglo XIX, fue uno de los puentes en arco más grandes de los Balcanes y se consideraba un hito importante en la región de Epiro. Con una longitud de aproximadamente 40 metros y una altura que alcanzaba los 20 metros, el puente conectaba las orillas del río Arachthos, facilitando el transporte y la comunicación entre las comunidades locales.

Construido en 1866 por el famoso maestro constructor Kostas Bekas, el Puente de Plaka se erigió sobre las ruinas de un puente anterior y representaba un notable ejemplo de la maestría técnica de la época. La estructura imponente no solo servía un propósito funcional sino que también se integraba armoniosamente con el paisaje circundante, destacando por su estética y su arquitectura monumental.

Desafortunadamente, en febrero de 2015, el puente sufrió un colapso significativo debido a las fuertes lluvias que azotaron la región, lo que llevó a su destrucción parcial. Este evento fue un duro golpe para el patrimonio cultural de Grecia y desencadenó esfuerzos inmediatos para su restauración. La importancia del Puente de Plaka no solo reside en su valor histórico y cultural, sino también en su papel como símbolo de la capacidad humana para crear obras que trascienden el tiempo y se funden con el entorno natural.