Hechos sobre: Ara macao
La guacamaya roja es un loro notablemente colorido, nativo de América Central y del Sur. Con sus vibrantes plumas rojas, amarillas y azules, esta ave constituye un verdadero espectáculo. Pertenece a la familia de las guacamayas y prospera en bosques siempre verdes y húmedos de regiones tropicales. Es posible avistarlas en países como México, Ecuador, Colombia, Bolivia, Venezuela y Brasil. Desafortunadamente, la destrucción de su hábitat y el comercio de loros han puesto a estas hermosas aves en riesgo, causando extinciones locales en algunas áreas.
Descrita por primera vez por Carl Linnaeus en 1758, la guacamaya roja pertenece al género Ara. Existen dos subespecies, diferenciadas por ligeras variaciones en tamaño y coloración de las plumas. Estas aves son bastante grandes, con un promedio de unos 81 centímetros de longitud y un peso de alrededor de 1 kilogramo. Su apariencia llamativa incluye plumaje escarlata, plumas de la cola azules y coberturas de las alas amarillas.
Conocidas por sus llamados fuertes, las guacamayas rojas pueden vivir de 75 a 90 años en cautiverio. En la naturaleza, a menudo vuelan solas o en parejas, surcando el dosel del bosque. Se comunican a través de graznidos y son excelentes imitadoras del habla humana. En cuanto a su dieta, disfrutan de insectos, larvas, caracoles, follaje, flores y néctar. Forman parejas monógamas, con las hembras poniendo de dos a tres huevos en cavidades de árboles.
El rango de la guacamaya roja se extiende por América del Sur y partes de América Central, habitando selvas tropicales, bosques, bordes de ríos y sabanas. A pesar de desafíos como la fragmentación del hábitat, la UICN clasifica a la guacamaya roja como de "preocupación menor" debido a su gran población en América del Sur. Sin embargo, está incluida en el Apéndice I de CITES y considerada en peligro por el USFWS debido al comercio de mascotas.
Las guacamayas rojas han sido criadas en cautiverio durante siglos, con las técnicas del comercio de mascotas beneficiando a las poblaciones silvestres. Los programas de cría en cautiverio han aumentado el número de guacamayas en áreas donde escasean. La hibridación en cautiverio también ha producido híbridos únicos de guacamaya roja, valorados por su apariencia y atractivo comercial. Estas aves criadas en cautiverio a veces son liberadas en la naturaleza para ayudar en los esfuerzos de conservación.