Dur-Kurigalzu, Bagdad
Datos e información práctica
Dur-Kurigalzu, un legado de la antigua Mesopotamia en el corazón de Irak
En las inmediaciones de la actual ciudad de Bagdad, Irak, se encuentran las ruinas de una ciudad que atestigua el esplendor de la antigua Mesopotamia: Dur-Kurigalzu. Este sitio arqueológico, que data aproximadamente del siglo XIV a.C., fue alguna vez una ciudad floreciente fundada por el rey kasita Kurigalzu I y sirvió como una importante capital durante su reinado.
El nombre Dur-Kurigalzu se traduce como "la fortaleza de Kurigalzu", y su ubicación estratégica en la antigua región de Babilonia le permitió desempeñar un papel significativo en el comercio y la política de la época. Aunque en la actualidad gran parte de la ciudad yace enterrada bajo el suelo iraquí, las excavaciones han revelado impresionantes ejemplos de arquitectura y arte mesopotámicos.
El elemento más destacado del sitio es el zigurat de Dur-Kurigalzu, una masiva estructura escalonada que servía como centro religioso y que, aunque erosionado por el paso del tiempo, aún se eleva imponente sobre el paisaje. Este zigurat es un testimonio de la importancia que tenía la religión en la vida de los antiguos mesopotámicos y de su habilidad para construir monumentos duraderos.
Además del zigurat, el sitio alberga restos de palacios, templos y murallas que ofrecen una ventana al pasado de esta civilización. Los artefactos encontrados en Dur-Kurigalzu, incluyendo cerámica, inscripciones cuneiformes y sellos cilíndricos, han proporcionado a los historiadores valiosa información sobre la vida cotidiana, la economía y las creencias de sus habitantes.
A pesar de su importancia histórica, Dur-Kurigalzu no es tan conocido como otros sitios de la región, como Babilonia o Ur, pero su contribución al entendimiento del antiguo Oriente Próximo es indiscutible. Los esfuerzos de conservación y las investigaciones arqueológicas continúan en el lugar, revelando poco a poco los secretos que Dur-Kurigalzu aún guarda.
Al-Anbar