Sarv-e Abarkuh

El Sarv-e Abarkuh, también conocido como el Ciprés de Abarkuh o Zoroastro, es un monumento natural venerado en la ciudad de Abarkuh, en la provincia de Yazd, Irán. Este árbol milenario es uno de los más antiguos del mundo, con estimaciones que varían entre 4,000 y 5,000 años de edad, lo que lo convierte en un testigo excepcional de la historia humana y natural.

Con su imponente presencia, el Sarv-e Abarkuh se alza orgulloso en el paisaje iraní, con una altura de aproximadamente 25 metros y un diámetro de tronco que alcanza los 11.5 metros. Su longevidad y resistencia a las duras condiciones climáticas del desierto iraní han fascinado tanto a científicos como a turistas, quienes acuden a este sitio para admirar su magnificencia y rendir homenaje a su legado vivo.

El ciprés de Abarkuh no es solo un espectáculo natural sino también un símbolo cultural, integrando mitos y leyendas locales. Según una de ellas, el árbol fue plantado por el propio Zoroastro, lo que le confiere un valor espiritual adicional y lo convierte en un lugar de peregrinación para algunos seguidores de esta antigua religión.

Este árbol está protegido por el patrimonio cultural iraní y es un importante destino turístico en la región. Su importancia radica no solo en su edad y belleza, sino también en su papel como ícono de la preservación ambiental y la continuidad de la vida en medio de un entorno árido.