Hechos sobre: Alosa fallax
El sábalo, también conocido como alosa, es un pez fascinante de la familia Clupeidae. Se encuentra en el Océano Atlántico oriental y en el Mar Mediterráneo. Este pez anádromo pasa la mayor parte de su vida en el mar, pero migra a los ríos de agua dulce para desovar. Se asemeja bastante al arenque atlántico, con manchas distintivas en sus costados brillantes y plateados.
Estos peces alcanzan la madurez alrededor de los tres años de edad. Cuando llega el momento de desovar, se dirigen hacia los estuarios y luego nadan río arriba. Desafortunadamente, sus poblaciones han disminuido debido a la sobrepesca, la contaminación y la destrucción de su hábitat. Para ayudar a protegerlos, están incluidos en el Apéndice III del Convenio de Berna y en los Apéndices II y V de la Directiva de Hábitats de la Comunidad Europea.
En términos de apariencia, el sábalo tiene algunas características únicas. No posee una línea lateral, tiene un vientre redondeado y presenta rasgos distintivos. Su espalda es de un tono verde azulado, la cabeza tiene un matiz dorado-marrón y los flancos son plateados con manchas oscuras. Los adultos suelen medir entre 25 y 40 cm de largo.
El sábalo se encuentra en gran parte de Europa y en los países a lo largo del Mar Mediterráneo. Su ciclo de vida es bastante similar al de la alosa, y las dos especies incluso pueden hibridarse. Al ser anádromos, viven en el mar pero migran a agua dulce para desovar una vez que alcanzan la madurez. Lamentablemente, sus poblaciones han disminuido debido a la sobrepesca, la contaminación, la destrucción del hábitat y las barreras que bloquean sus rutas migratorias.
Para ayudar a conservar al sábalo, se han designado áreas especiales en Irlanda para su desove. Su inclusión en el Convenio de Berna y en la Directiva de Hábitats de la Comunidad Europea subraya la importancia de los esfuerzos de conservación y la protección del hábitat para asegurar su supervivencia.