Hechos sobre: Limosa lapponica
La aguja colipinta es una fascinante ave limícola de gran tamaño, fácilmente reconocible por su llamativo plumaje rojo en época de cría, sus largas patas y su distintivo pico curvado hacia arriba. Perteneciente a la familia Scolopacidae, estas aves prosperan alimentándose de gusanos poliquetos y mariscos que se encuentran en los fangales costeros y estuarios.
Durante la temporada de cría, las agujas colipintas se pueden encontrar en las regiones árticas, desde Escandinavia hasta Alaska. Cuando llega el invierno, emprenden una increíble migración hacia áreas templadas y tropicales del Viejo Mundo, así como a Australia y Nueva Zelanda. Una subespecie, Limosa lapponica baueri, ostenta el récord del vuelo sin escalas más largo de cualquier ave, cubriendo una asombrosa distancia de 29,000 kilómetros en un viaje de ida y vuelta.
El nombre del género Limosa significa "fangoso" en latín, una referencia a sus hábitats preferidos, mientras que lapponica se refiere a Laponia. El nombre en inglés "godwit" podría derivar de su llamada o posiblemente del inglés antiguo, significando "buena criatura". Estas aves poseen patas relativamente cortas, de color gris azulado, y un pico largo bicolor. Los machos y las hembras se pueden distinguir por sus diferentes patrones de plumaje.
Las agujas colipintas tienen una dieta variada, alimentándose principalmente de gusanos poliquetos, pequeños bivalvos y crustáceos encontrados en los humedales. Curiosamente, los machos y las hembras a menudo muestran diferentes preferencias alimenticias. En cuanto a la cría, estas aves anidan en lugares como Escandinavia, el norte de Asia y Alaska, con ambos padres turnándose para incubar los huevos.
Su viaje migratorio es épico. Algunas subespecies viajan hasta Australia y Nueva Zelanda para el invierno, convirtiéndolas en auténticas viajeras de larga distancia. Sin embargo, la aguja colipinta enfrenta importantes desafíos de conservación. Actualmente están catalogadas como Casi Amenazadas, con sus poblaciones en declive debido a la pérdida de hábitat en áreas críticas de descanso, como el Mar Amarillo, lo que afecta sus tasas de supervivencia.
Los esfuerzos para proteger a estas aves notables están en curso. Están protegidas por acuerdos internacionales como el Acuerdo sobre la Conservación de Aves Acuáticas Migratorias de África y Eurasia (AEWA), así como por leyes nacionales de protección de la vida silvestre. Estas medidas tienen como objetivo garantizar que la aguja colipinta continúe adornando nuestros fangales costeros y estuarios para las generaciones venideras.