Loopline Bridge, Dublín

El puente Loopline es un puente ferroviario que cruza el río Liffey y varias calles de Dublín, Irlanda. Une los servicios ferroviarios del sur de Dublín con la estación de Connolly y las líneas del norte.

Diseñado por John Chaloner Smith, el puente se construyó entre 1889 y 1891. Consta de vigas de celosía de hierro forjado sobre una doble fila de pilares con cinco vanos. El viaducto está a unos seis metros por encima del nivel de la calle y soporta dos vías de ferrocarril.

Durante la planificación y construcción originales, el proyecto fue objeto de mucha oposición y controversia, porque la estructura bloquea la vista hacia el río hasta la Aduana. Sin embargo, el puente se consideró necesario como enlace ferroviario entre el norte y el sur de Dublín, y para facilitar el movimiento del correo transatlántico procedente de Kingstown y Queenstown.

100 años después, la imagen del puente sigue siendo objeto de debate. Las fachadas del Loopline, que ya son menos atractivas que las de otros puentes de Dublín, han sido utilizadas por Iarnród Éireann para colocar vallas publicitarias. A partir de 2006, la empresa ha reducido el uso del puente para este fin con el fin de reducir el impacto en el horizonte de la ciudad, tras las aportaciones de An Bord Pleanála y el Ayuntamiento de Dublín.

Elemento destacado del paisaje de la ciudad desde 1891, el puente Loopline aparece en una de las obras literarias más famosas asociadas a Dublín: Un esquife, un desecho arrugado, Elías se acerca, cabalgó ligeramente por el Liffey, bajo el puente Loopline, sorteando los rápidos donde el agua rozaba los postes del puente, navegando hacia el este entre cascos y cadenas de anclas, entre el viejo muelle de la Aduana y el muelle de George.