Hechos sobre: Hemidactylus mabouia
El gecko casero tropical, frecuentemente denominado gecko casero común o gecko cosmopolita, se origina en el África subsahariana. Gracias a la actividad humana, ahora también se encuentra en América del Norte, Central y del Sur, así como en el Caribe. Estas pequeñas criaturas nocturnas pueden crecer hasta unos 12,7 cm de longitud y tienen ojos grandes que les ayudan a detectar presas con poca luz. Incluso pueden cambiar lentamente de color para mimetizarse con su entorno.
Su dieta es bastante variada, incluyendo arañas, escorpiones, cucarachas, polillas, pequeños lagartos como anolis e incluso otros geckos. Favorecen particularmente los insectos del orden Orthoptera, que incluye grillos y saltamontes.
Una característica interesante de los geckos caseros tropicales es su capacidad para vocalizar. Pueden emitir una variedad de sonidos, desde suaves chirridos hasta rápidos trinos cortos. Como cazadores nocturnos, a menudo se encuentran cerca de luces exteriores, que atraen a los insectos que les gusta comer.
En algunas culturas caribeñas, tener un gecko casero tropical en el hogar se considera un amuleto de buena suerte porque ayudan a mantener controladas las poblaciones de plagas. Sin embargo, sus excrementos a veces pueden manchar superficies, lo que es un pequeño inconveniente.
A pesar de ser inofensivos, estos geckos tienen una mala reputación en lugares como Trinidad y Tobago, donde algunas personas creen erróneamente que su toque es venenoso y los consideran malos presagios. Pero en realidad, son bastante beneficiosos para controlar plagas como arañas y cucarachas, y sus pequeños chirridos y trinos pueden ser bastante encantadores.