Castillo de Nijō, Kioto

El Castillo de Nijō, un testigo silencioso de la historia de Japón, se erige majestuoso en el corazón de Kyoto. Esta fortaleza, construida en 1603, fue la residencia de los poderosos shogunes Tokugawa durante el período Edo, simbolizando el poder y la riqueza de la época feudal. Con su impresionante arquitectura y sus exquisitos jardines japoneses, Nijō Castle es ahora un tesoro nacional y un sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

La estructura del castillo, caracterizada por sus robustas piedras y sus amplios fosos, alberga dos palacios principales: el Ninomaru y el Honmaru. El Palacio Ninomaru, conocido por sus lujosos interiores y su famoso "piso ruiseñor", diseñado para cantar al pisarlo y así alertar de la presencia de intrusos, es un ejemplo destacado de la arquitectura de palacios de la era. Por su parte, el Palacio Honmaru, aunque más austero, no deja de impresionar con su solidez y diseño estratégico.

Los visitantes pueden recorrer las diversas salas y cámaras, admirando las pinturas de pantalla y los intrincados detalles en madera que adornan las paredes y techos. Además, los jardines que rodean el castillo son una obra maestra de paisajismo, con estanques, rocas y árboles meticulosamente dispuestos para ofrecer un refugio de tranquilidad y belleza natural.

Nijō Castle está abierto al público durante todo el año, ofreciendo no solo una ventana al pasado samurái de Japón sino también un espacio para la contemplación y el disfrute de las estaciones, con cerezos en flor en primavera y hojas de arce carmesí en otoño.