Hechos sobre: Fachada de Mushatta
La Fachada de Mshatta, una sección exquisitamente decorada del palacio omeya del siglo VIII conocido como Qasr Mshatta en Jordania, ahora adorna el Museo de Pérgamo en Berlín, Alemania. Esta impresionante pieza forma parte de la colección de Arte Islámico del museo, la cual abarca desde el siglo VIII hasta el siglo XIX. El traslado de la fachada a Berlín comenzó cuando el sultán otomano Abdul Hamid II la regaló al emperador alemán Guillermo II.
Originalmente, el palacio sirvió como residencia de invierno y almacén durante el período omeya, probablemente construido bajo el califa Al-Walid II. La fachada, hecha de piedra intrincadamente tallada, destaca en contraste con las estructuras principales, construidas con ladrillo cocido. Aunque el nombre original exacto de Mshatta se ha perdido en la historia, el nombre actual proviene del uso moderno de los beduinos en la zona.
Desenterrada en 1840, la fachada fue transportada a Berlín a principios del siglo XX y meticulosamente reconstruida en el Museo de Pérgamo. A pesar de haber sufrido daños durante la Segunda Guerra Mundial, sigue siendo una exhibición impactante del arte y la arquitectura islámicos tempranos, adornada con patrones de arabescos, diseños de millefleur y detallados relieves de animales.
Un aspecto intrigante de la fachada es su asimetría: el lado izquierdo presenta motivos animales, mientras que el lado derecho, que se cree que era la pared exterior de la mezquita, carece de tales imágenes. Esta diferencia ha generado un considerable debate académico. La Fachada de Mshatta se erige como un testimonio monumental de las técnicas artísticas y los estilos arquitectónicos de la cultura islámica temprana.