Hechos sobre: Bitis arietans
La víbora bufadora es una serpiente venenosa que habita en las sabanas y pastizales de África y en algunas partes del oeste de Arabia. Es conocida por causar la mayoría de las muertes por mordedura de serpiente en África, debido a su amplia distribución, frecuentes encuentros con humanos y comportamiento agresivo. Esta especie fue descrita por primera vez por el naturalista alemán Blasius Merrem en 1820 y tiene dos subespecies reconocidas.
Esta serpiente es grande y robusta, con patrones de color que varían según la región. Presenta bandas oscuras distintivas en la cabeza y el cuerpo, junto con marcas en forma de chevrón o U a lo largo de la espalda y la cola. Se encuentra en toda el África subsahariana y en partes de la Península Arábiga, evitando únicamente los desiertos verdaderos, las selvas tropicales y las regiones alpinas.
En cuanto a su comportamiento, la víbora bufadora es principalmente terrestre, pero puede nadar y trepar si es necesario. Cuando se siente amenazada, adopta una postura defensiva, siseando fuertemente y atacando rápidamente con sus largos colmillos. Esta serpiente es mayormente nocturna, cazando mamíferos, aves, anfibios y lagartos.
En lo que respecta a la reproducción, las víboras bufadoras utilizan feromonas para atraer a sus parejas, y los machos se involucran en combates de lucha de cuellos. Las hembras pueden dar a luz a grandes camadas, a veces de más de 80 crías. En cautiverio, requieren control en su alimentación, ya que tienden a comer en exceso.
El veneno de la víbora bufadora es extremadamente tóxico, causando síntomas severos tanto locales como sistémicos en los humanos. Las mordeduras pueden llevar a necrosis, hemorragias, dolor intenso, hinchazón y complicaciones fatales si no se tratan rápidamente. La tasa de mortalidad varía dependiendo de la gravedad de la mordedura y la calidad de la atención médica, siendo la mala gestión clínica un factor significativo en la mayoría de las muertes.