Hechos sobre: Equus grevyi
La cebra de Grévy, también conocida como la cebra imperial, es la más grande y la más amenazada de las tres especies de cebras. Las otras dos especies son la cebra común y la cebra de montaña. Nombrada en honor a Jules Grévy, estas cebras son nativas de Kenia y Etiopía. Se destacan por sus rasgos físicos y comportamientos únicos, prosperando en pastizales semiáridos y logrando sobrevivir hasta cinco días sin agua. La estructura social de las cebras de Grévy gira en torno a los territorios de los sementales y los lazos entre madres y crías.
Descrita por primera vez en 1882, la cebra de Grévy pertenece al subgénero Hippotigris. La evidencia fósil sugiere que sus ancestros vivieron en África y Asia, con la especie moderna emergiendo en el Pleistoceno temprano. Son los équidos salvajes más grandes, reconocibles por sus grandes orejas y estrechas rayas, que ayudan con el camuflaje y la disuasión de depredadores.
Las cebras de Grévy se encuentran en el norte de Kenia y partes de Etiopía, habitando matorrales de Acacia-Commiphora y llanuras áridas. Su dieta incluye pastos, legumbres y brotes. Pueden pasar hasta una semana sin agua, pero migran a áreas con mejores fuentes de agua durante las estaciones secas. Sus depredadores incluyen leones y hienas, y también enfrentan amenazas de parásitos como Trichostrongylus.
Comportamentalmente, los sementales adultos mantienen territorios, mientras que las yeguas y los sementales no territoriales tienen rangos de hogar amplios. Las cebras de Grévy se comunican a través de varias vocalizaciones y participan en interacciones sociales complejas. Se reproducen durante todo el año, con un período de gestación de 390 días, generalmente resultando en una cría. Las crías imprimen en sus madres y son particularmente vulnerables a los depredadores.
La relación entre las cebras de Grévy y los humanos se remonta a tiempos antiguos, cuando estas cebras eran usadas en circos y obsequiadas a dignatarios. Actualmente, la especie está en peligro de extinción, con declives significativos en la población debido a la pérdida de hábitat y la competencia con el ganado. Los esfuerzos de conservación incluyen protección legal, prohibiciones de caza e iniciativas comunitarias. Sin embargo, todavía enfrentan amenazas por la destrucción de hábitats y especies invasoras que afectan su suministro de alimentos.